Recuerdo que de pequeña me caía chupi el pato Donald; es tan mono que hasta tiende ropa en su propio tendalito ¡qué ricura de palmípedo!
Es una superestar de pluma blanca: ganó un óscar en 1943, tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y además es el protagonista de una serie de cómic. Los estudios Disney lo definieron como un pato cuya "segunda o tercera intención es la buena pero cuando estas emergen él ya camina en la dirección equivocada"... ¡Qué ave tan humana!
Para celebrar este evento me voy a ver una peliculita de este carismático pato y en su idioma original ¡no os la perdáis!
¿Lo habéis visto? ¡Pero que bicho! ¡Vaya pajarraco el Donald! En USA se han inventado una entelequia viscosa a la que llaman “el sueño americano” que viene siendo la igualdad de oportunidades y la libertad que permite que todos los habitantes de USA logren sus objetivos en la vida únicamente con su esfuerzo y sin las restricciones impuestas por motivo de raza, clase, religión, alma, etcétera... Llámalo X, pero aquí o en Honolulú este jicho es malhumorado, vago, rencoroso y revanchista, un mal compañero, su carácter es arisco su voz ininteligible y va vestido con un ridículo traje azul de marinerito. A decir verdad, dado que los patos conocidos (Pato Lucas y la familia del Patito Feo, por ejemplo) son unas malas personas lo mejor es aplicar el refrán:
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